Pintura

PINTURA

ANTE UN CUADRO DE DARIO MORALES

Ella,
en la pintura dormida, serena, desnuda;
mece la ausencia de un claroscuro
en el atardecer inmediato de cada tarde.

Un pie tejiendo cerros en la angustia del momento,
su mirada inyectando aullidos en el techo;
su cabello donde oculta principia
la decadente ruta hacia la lisura del color azabache.

Unas medias bajan desleídas
entre las columnas de rosados miembros
aligerando la marcha hacia el furtivo combate.

Prédica de un silencio envolvente, ensordecedor,
al mismo tiempo ausente -no hay nadie-.

Este poema no lo mira escribir, arder, retozar.
Sólo percibe el aliento acezante del amante
acariciando su piel
en la cárdena pared del lienzo que suspira.

 

Hermosa inspiración que te ha traído la pintura... A muchos (porque también me incluyo) las pinturas nos hacen bailar los dedos y aflorar versos.

Me encantó.

Besos.

 

Muy amable de tu parte, estoy de acuerdo contigo. Te recomiendo la lectura del poeta colombiano Fernando Denis, es de este estilo.

 

sin duda la obra sirvió de inspiración para tus letras, es un agrado encontrarte en ella, abrazos

 

Gracias amiga, es una fortuna reencontrarte en la ribera de los tiempos. Un abrazo, saludos, Jairo.

 

Dulce y vibrante la mirada amigo...me ha gustado mucho como siempre...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Encantado Darkness, especial que sea así, J. saludos.