Placeres perros

Mórbida sed
manos ansiosas
nervios a flor de piel
te acercas lentamente
no puedo concentrarme,
no sé qué hacer
al encontrarme la belleza enfrente de mis ojos
detrás de la ventana empañada
por el sudor que causa
la excitación.

La noche debería durar las 24 horas
un túnel húmedo y sin luz por el que avanzo
hasta chocar con la pared de la realidad;
abro tus piernas,
lamo tu ser
como abeja en la miel
depredador y presa
un viaje sin retorno
a la intimidad.

Luego qué haremos
cuando regrese la luz y nos encuentre
desnudos y mirándonos
como somos realmente
frágiles y a punto de quebrarnos
tiritando por el frio
escuchando como penetra el viento
por los poros del cuerpo.

Comienza a hincharse
la punta de tus senos
juguemos a querernos
mintámosle a nuestros sentimientos
huyamos de la realidad de los sonámbulos
que caen al mar
para ahogarse en un mar de lagrimas

me ha asfixiado el beso
tu lengua que se enrosca por mi miembro
succionando toda esta tristeza
mostrándome lo efímero que es el placer;
te tomo del pelo
para mostrarte lo que siento
descargo mi odio
cubriendo al suelo
con mis culpas y mis celos
esto es lo querías
dejar al amor en las sombras
bajo los escombros
enterrado con los muertos.

No sé si quiera volver a nacer
el mundo duele demasiado
estar atado a los caprichos de un destino
con forma de mujer;
no me permitas pensar
ni me dejes soñar
vuelve a colocarme las cadenas y el bozal
soy tu perro fiel

aúllo mis lamentos a la luna
perdido en la decadencia de la vida
en la crueldad de los minutos que se van,
senderos que no tuvieron regreso
esperanzas que se extinguieron
en un vaso con hielo
donde mojas la pistola
que entrará en tu boca
y mezclará el miedo y la lujuria,
la pólvora y el ron,
los placeres mundanos
que encierra esta oscura habitación.