Poema 104

Estremecido en los pasos
entumecido el camino
redundante el pegaso
que volaba en armiño
con su trote divino
pensamiento troceado
hacia arriba en el cielo
nubarrones bordados
de rojizo entrecejo
reposando en el lago.


Caminó entre los palos
de aquel madero fino
extrañando el regazo
de su alma de niño
en sus recuerdo vino
sonrojando el viento
tocando aquel chelo
en trinares vejados
concierto de cuervos
retocando los años.


Revivió entre los aros
de un ángel peregrino
recogiendo tablazos
en trincheras del limbo
levantando el sesgo
zurcido en el suelo
de su paso arrugado
en caminos revueltos
en el charco yodado


Recorrió el estrado
del juicio vecino
se ha armado de candados
olvido los suicidios
de comentarios vanos
que rojeaban su lino
emprendiendo vuelo
sin aros restringidos
pegaso en los cielos
retorno en el ocaso...

 

Hay veces que al volar quedan nuestras alas marchitas y el camino se hace duro, por más que los sueños sigan viviendo en nosotros, nos volvemos coraza impenetrable y existimos en las raices. Un placer pasar por su prfunda y magnífica poesía, reciba mi más cordial saludo.

 

Gracias, saludos

 

Importante la preciosidad admirable de estas letras.

 

hermoso arte en tus décimas amiga, se nota que amas la poesía para darte ese gusto de escribir de esa manera...