Poema de la desilusión que no perdura

¿Por qué te imaginé con brillantinas, oh sueño adictivo?

En una única viñeta, en mi mente de fantasías

Los libros llenarán ese desconocimiento mío...

El paso del tiempo me dará otro motivo...

Para encontrar un recuerdo viejo, y rescatarlo del olvido



Hará un despertar en el yo desamparado,

por actual malaventura, acerca de desilusiones de antaño

Si en el cofre de la mente siempre guardamos,

¿por qué el sufrir es inevitable, repitiéndose el mismo dolor humano?



¿Qué prevalece, luego de un fuego ilusorio de la vida?

Montones de cenizas, cuyas llamas se han esfumado con su energía

Con las que garabatearé mi cara triste y limpia

Y poder pasear a la luz del día...

... anunciando mi momentánea desdicha,

en silencio, pero con el rostro pintado de desilusiones finitas.



**¡No te derrumbes!

 

El sufrir es inevitable, porque muchos desaprovechan una gran oportunidad.
Así lo comprobó Thomas Alva Edison.
Él inventó la lámpara incandescente y el kinemascope.
Pero aseguraba que la inspiración ( la idea ), se complementa con el trabajo duro.





Entonces:


<< Muchos desaprovechan una gran oportunidad, porque lleva mono y se parece al trabajo. >>





Por si fuera poco, el hombre lo es, porque tiene ideas.
Así, un hombre sin ideas, se ve preso de su Status animal.
Un Status o posición social, semejante al de recién levantado.
Recién levantado, con la mente en calma, pero vacía.





Y eso no está mal. Que conste. Hay que descansar, por las noches. Hemos de hacerlo, por nuestra honra.
¡ Honra ! Derechos y deberes.
Es nuestro deber, cuidarnos.
Y nuestro derecho, viajar y hacer turismo.
Como en el Camino de Santiago. Pues al fin y al cabo, hemos de gozar el camino.





Un camino evolutivo.
Aunque todos los caminos lleven a Roma.
Porque Roma es como el dibujo.
Todos los caminos conducen a la Música, al dibujo, al poema, a la arquitectura, a la medicina, al fútbol, etc.


Pero trabajar, es inevitable. Si uno quiere, en verdad, aprovechar las oportunidades que le ofrece la vida. Y asimismo, la idea.

 

Me gusta mucho tu aporte, y te doy la razón, ¡inevitable, pero hay muchas formas de cumplirlo o de llegar a Roma! Un saludo.