Poema del subsuelo

Luna de almendras.
Algunos lobos juegan a ponerle título a su película.
Amor, amor, amor.
Instantánea, sumergida, la llave maestra.
¡Oh, cerradura, ojo infinito sin salir de casa!
¡Oh, familia, una gota de lluvia en el tejado, un lunar en el hombro, un ramillete de pupilas!
¡Vigilan, vigilamos, tutelamos, custodiamos!
¡Una ínfima onda en el espacio, y un océano de anillos!
Alianza de marcos, engranajes de nácar!
Si supiérais lo mucho que... ¡Ahhh! ¡Que mi aliento sabe de vosotros!
¡Ahhhh!¡Amaneceres en picado, en cascada, en caída!¡Oh, calle del cielo caído!
¡Lumínicas siluetas con mármol en los pulmones!
¡Rocas de luz!¡Vigoroso primor otoñal!
¡Hojarasca de azúcar!¡Cumbres en la sala de estar!
¡Oh, desayunos, comidas, cenas! ¡Pasadizos hacia mi biblioteca!
¡Si mi peso cae en la poesía, no me lleven, no me lleven!
¡Cúbranme de mantas y semántica, de campos de alfombras, de felpudos para lámparas!
¡Sin mi suelo, hilo de mi vida, pasillos de margaritas, cocina de amor para después, cafés de tertulia entre mimosos y sensibles, espacio circular en el que creo el universo!

 

Interesantes letras Ricardo. Saludos, que vaya todo muy bien.