Poema E-I

Eres el lucero de mis fantasías,
La luz que despierta mis mañanas,
Subyugas con tu mirada mis deseos
Y me vuelves esclavo de tus besos.

Lacayo soy a tu servicio,
Eres tú, mi bella señora
Onírico reflejo de mi anhelo,
Nunca mis palabras te alcanzan
¡Oh!, sin tan solo mi silencio hablara
Reconocerías entonces

Cuanto es que mi corazón os ama,
Aun sino es reciproco el sentimiento,
Naces en mis sueños cada noche
Corrompes mi pensamiento y deseándote peco,
Hermosa mujer, yo te sueño, yo te anhelo,
Eres el fruto del Edén por el que iría al infierno.

Toma de mi lo que ya desde siempre es tuyo,
Esta bien, no temas, conozco el riesgo.

Aun así, prefiero perder a nunca hacerlo,
Derrotado y abatido, aun se renacer de nuevo,
Oasis en mis noches de tribulación,
Regálame tan solo un beso,
Olvida que quizá su recuerdo, llorar me hará luego.

 

Detengo mi paso, ante tu poesía: maravillosos versos, romántica inspiración donde prevalece el amor y el deseo al orgullo. Me encantó leerte, mis aplausos y un abrazo.

 

Muchas gracias por tu comentario, es siempre un gusto que se aprecien los momentos de inspiración, saludos