Poema medicinal (Prepago)

Vive la vida como en sus extremos
Que no hay anciano malo ni niño preso
Ni tributes al plomizo trote del pagado
Ni vaciles en verter tu juicio recio

En vano, no suspires, no desesperes
Por mas que el pecho urja y lata
Mantén estoica la mirada de plata
Ante una caricia de seda

Más aun, ten por valiente y certero,
Que el corazón es una fiera,
Sentir con fuste de piedra
y mirar adentro con recelo.

¡No hay flor que por bello huela
en hiel la transmuta un tiempo!

 

Convincente, reflexivo, una obra preciosa, excelente y muy bella.

 

gracias por escribir, saludos

 

Muy cierto tu poema, crudo y contundente. Un placer pasar. Mis estrellas.

 

saludos ludmila!