Poema para la eternidad.

Eólica idea
en mi ojo izquierdo
golpea el cetro de la luna...
La oruga del fuego
me amamanta dorando
la sangre enajenada
de mi inspiración.

Un diluvio
de turquesas me absorbe
en esta rara noche
mientras hambriento
masco del lenguaje
los furtivos laberintos
de su corazón.

Soy esencia, substancia,
¡Poesía!
creciendo verso a verso
en la memoria del tiempo
del alma y la piedra,
cromática caricia destilada
sobre la eternidad divina
de la luz y el amor.

Mi copa rebosa
la ignorancia de la genialidad
mientras los sumisos se ingestan
en los claustros de la esclavitud
sin poder alzar el vuelo a la libertad.

En la infinitesimal
existencia del humano
hoy me siento
como gota de astro
dispersando los pétalos
recientes de mi inspiración
en la eternidad de la luz,
del silencio, la ternura
La dicha y la paz.

Todo lo escrito ¡Es!
su eco
jamás nunca
dejará de ser!!!

Tato Ospina.
DRA
Colombia

 

Tal cual, compañero Rafael,,, ciertamente la poesía... la verdadera poesía "nunca dejará de ser"
Cordialmente: