Poema sesenta y cinco

Montaña que a lo lejos
luces imponentes tus cimas,
proteges al valle en su silencio
y a los aires furiosos contienes.

Naciste de una eternidad
vientre fecundo
que parió a la humanidad.

Te cubres de blanco en el invierno,
sepultándote bajo un manto de nieve
que en la primavera en vida conviertes.

El sol y la luna en ti se reflejan
iluminándote en el día y la noche
y visten de oro y plata tu silueta

 

Maravilloso canto a la Naturaleza amigo Pacos, la montaña y sus cumbres de nieve, magestuosa y bella, ... preciosos tus versos, sus imágenes y su contenido, me ha encantadoooo. Besazos con cariño y admiración.

 

Divina maravilla excelente de letras sobresalientes.

 

lomafresquita,

honrado y agradecido por tu visita y comentario, un abrazo.

 

Compañero Paco´s fue un gran placer pasar por tu poesía, además de gustarme todo lo referente ala naturaleza, que hermoso versar.

 

Divinidad excelente, obra preciosa de arte admirable.

 

Jorge Lemoine y Bosshardt,

Jorge agradezco tu visita y comentarios; saludos.

 

Mary Mura,

un gusto saludarte y agradecerte la visita, un abrazo.

 

Maravilla excelente de poesía divina, magistral página preciosa.

 

que bueno saber, que alguien puede ver más allá, kikos poeta del recuerdo

 

MARIAN GONZALES,

agradecido por tu visita; y comentario. Un abrazo.

 

Excelencia divina de obra de arte precioso.