Porcelana Maldita

Hoy es día de abandonar
tu recuerdo,
dejar las palabras, las miradas
y los roces vacios
sin alma.

Hoy es día de abandonar tú
sonrisa que se burla de mí
entre tus dientes,
con hiriente cariño
clavado como lanza
en lo más profundo de mi ser.

Eres una muñeca cruel
de porcelana maldita,
vestida en satín
con piel blanca,
cabellos de oro y bronce,
labios rosados y manos de seda.

Una bella obra de arte
cultivada hasta el mínimo detalle,
tallada y labrada por el Mefistófeles
de Fausto, firmando en sangre
sobre tu piel, guardas mi alma
en un frasco.

Sirena;
que encantas con tus cantos
de delicadeza a mi espíritu,
ahógalos en el océano
para que los lleve a otra costa,
y que naufrague en otros oídos.

Hoy es día;
de cantarte mí pena al oído,
de regalarte un poco de dolor
que siento en mi pecho,
de jugar con tus sentimientos
como tú lo haces conmigo.​