Practica lo que predicas

Unos se quedan dentro y otros fuera,

unos quedan riéndose

y otros con el culo al aire,

un beso ácido a la nada

dedos que palpan la blanda tiniebla,

¿Qué es lo que no logro comprender?

¿Qué es lo que se me escapa siempre?

¿Qué olor haría la pólvora del Remington de Pancho Villa?

¿En que ocaso se amaga la huesuda?

Mis amigos quedaron atrás,

en ese desierto que forma mi espalda

y el camino se empezó a congelar

con esa escarcha sucia e inapelable,

¿por que soy una necia cansada?

¿Por qué esta puta maldición?

El oráculo fue una estrella caída

y el tigre un muñeco insípido,

y a veces... esta risa se queda pegada

en el ámbar de los recuerdos,

¿por qué escupí en los escalones de los abismos?

¿Por qué oriné en las esquinas de la conciencia?

Es el destino... dicen,

¡es una gran mierda! … Grito yo

 

El final de esta película siempre suele ser una gran mierda. Buen poema.

 

He podido verme un poco en este poema. Buen trabajo.

Saludos

 

nuestros cristales

 

Creo que el oficio de la Predicación no deja mucho por eso ni nos la creemos nosotros,
se le saluda y se le lee desde un mundo algo oscuro con tintes de amarillo