pruebas de voz

Recientemente,
por andar como ausente
no he oído a la gente y a consecuencia,
se recomendó una prueba de audiología
y un seguimiento para rastrear las causas y así, supuestamente,
iniciar una pronta extradición a mis quehaceres de ocasional poeta.

Los espacios pequeños me asustan,
pero éste, el recinto de audición, aparte de los equipos
y las mallas alámbricas que lo rodeaban, me hacía sentir,
entre un silencio integral y unos finos sonidos mezclados con
la sensible voz de la doctora, como por acá y fuera del espacio.

Al final todo ha sido interpretado,
simplemente, como una distracción o
un padecimiento de ser cabalmente un grosero
e indolente por no querer escuchar a ciertas personas.

Fidel Guerra. Marzo 28, 2023.
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Ja, ja. Quién lo iba a decir, como quien dice: te haces el sordo. Y haces bien, a veces es mejor hacerse el sordo para no tener que contestar lo que no queríamos oír. Un gusto leerte.

 

Luciana,
fingir que no escuchamos es como voltear los ojos cuando no queremos ver a alguien. Creo que, con la práctica y el tiempo desarrollamos una sordera auto- provocada, pero claro, siempre con una delicadeza para no ofender a esas voces que nos molestan o nos caen en la mera punta.

Por cosas de la edad y ser parte del paquete de prevención que ofrece mi aseguranza médica tuve que ir a un chequeo auditivo, pero esperaba fuese un doctor/a ya de edad tomándome el examen y no una joven hermosa y, además, con una voz que me hacía ignorar los sonidos o instrucciones de mando. Nunca me había sometido y metido a una cámara del silencio, tan silencioso estaba que escuchaba los suspiros y algún que otro pedo celestial de mi alma. Fue una linda experiencia, y lo mejor de todo es que, gracias a Dios, los tambores sonoros estaban bien afinados y que podia escuchar al mentado alfiler asi cayera en el piso o en una alfombra.

Take care,
Fidel Guerra.