¿Qué cuanto te conozco?

¿Y me preguntas vos cuanto te conozco?
Te parece pretencioso que yo diga:
“lo se todo de vos”
No es pretensión, mi chiquita,
es simplemente la memoria
que no borra todo lo que me contaste.

¿Qué podría decir de vos?
¿Y qué de lo que sé de vos?
Diría que no se todo
pero si lo importante.
Lo justo y lo preciso
y lo que me interesa saber.

Conozco como lloras en silencio,
se que quisieras la vida cambiar,
que en vez de tanto viento a tu alrededor
hubiera calma, para que tu fuego no se apague.

Sé que te embriagas con estrellas,
que estas hacen más llevadera tu vida,
se que admiras a una diosa griega
y que tu corazón guarda una canción de la infancia.

¿Cuánto se de vos?
Solo que eras tierna cuando niña,
cuando repartías besos de tu amor.
Sé que te ves hermosa desde lejos,
a la distancia cruel de dos universos.

Que le pides prestadas las alas
a un ave de fuego
y que a veces te escondes
en tus propios deseos.

Sé que sos princesa,
campeona,
aún que usted no lo sepa
o que muchas veces lo olvide.

No se mucho de tu vida,
toda mi vida no me alcanzaría
para conocerla toda,
pero no importa,
no sé todo de vos,
pero se lo más lindo,
y eso, me basta.