Razones

¿Por qué me dió un cuerpo
aquel que me creó
y no dejó etérea
y libre mi existencia?
¿Por qué ató mi vida
a un terco corazón
que no ofrece a mi alma
ni tregua, ni clemencia?
¿Por qué mi alma anhela
los espacios abiertos,
los vastos horizontes
de azulada poesía,
sin anclas ni ataduras,
volar con rumbo incierto,
sintiendo amores nuevos,
nacidos cada día?
Mi corazón gozoso
mientras mi alma clama,
se entrega cada instante,
a aquél ser a quien ama.
Esclavo es dichoso...
y aprisiona mi vida
mi carne y mis huesos,
y en él mí poesía
derrama su concierto,
y esta llama ardiente
que devora mis días
es mi placer, mi dicha
y mi acerbo tormento.

 

Excelentes razones para tu inspiración. Siempre un gusto leerte.
Abrazos y estrellas,
Silvia