Realidad Aparente

Un día un Ángel me vino a visitar en sueños para mostrarme aquello a lo que el hombre teme, niega o imagina.
Su voz era suave y grava, transmitía confianza y tranquilidad, poseía un cabello dorado semi-ondulado de ojos azul intenso, de entre su españda surgían dos alas blancas comola nieve tal como si fuesen brazos, cuyo tamaño excedía el lergo de su cuerpo, su torso se encontraba desnudo pro su parte inferior estaba cubierta por una tela negra bordad con hilos plateados.
-No tengo nombre -dijo- pero soy aquel que transita por todos los planos y vengo en tu búsqueda para que viajes conmigo a los lugares mas insospechados de la mente humana.
Esteró su delicada mano y yo la tome sin dudar.
En un pestañar de ojos nos encontrábamos en un lugar extremadamente oscuro, estábamos en un inmenso abismo en el cual flotábamos en su interior, comenzábamos a oír sin parar molestos susurros provenientes de un lado y del otro, de abajo y de arriba, repitiendo siempre -¿qué vas hacer?, ¿qué vas hacer?, ¿qué vas hacer?.
A lo lejos se podía divisar una pequeña luz y mi Ángel me traslado hasta allí, en ese lugar apenas visible como quien ve a través de una densa neblina se podía vislumbrar centenares de escaleras en sus múltiples formas sin saber donde comenzaba una y donde terminaba otra, solo podía entender que cada una de ellas te llevaba a un lugar y a una determinada situación, eran caminos a elegir y eran senderos a transitar, algunas solo ascendían y otras solo lo contrario.
Abrazándome y rodeándome con sus alas mi ángel me dijo -lo que veras te producirá temor y angustia, mas no temas nada podrá dañarte..
Un destello de imágenes pasaron por entre mis ojos, ahora todo tenía un aspecto frívolo, la luz era tenue pero de un color rojizo. Estábamos en un corredor sin fin y a los costados habían puertas enormes de madera que se repetían a lo largo y a lo ancho de ese aterrador correor; éstas se encontraban abiertas de par en par y en su interior diferentes imágenes o situaciones podíamos mirar.
La primera puerta decía "Odio", alojados a la entrada pero sin cruzar la línea obsevábamos un episodio. En el centro del salón había un animal salvaje, era una pantera hembra y portaba de unos filosos dientes, los cuales de entre ellos sangre roja corría; a sus pies habían miles de cuerpos mutilados,desmembrados y destripados, el ángel susurrando a mi oido dojo -es la bestia que surge cuando no queremos algo, ella aniquila todo lo que la molesta, sin importar quien sea o lo que sea y si fuese necesario hasta su propio cuerpo mordería, el odio es ciego mas no usa la razón.
Su pelaje negro brillaba como la luna desprendiendo plateados tonos de luz, la rigidez tomaba su cuerpo, el cansancio su corazón y sus ojos el nuevo blanco.
La segunda puerta que se encontraba a mi derecha decía "Egoísmo", de igual manera que la anterior no cruzamos la entrada, ahora varios niños y niñas se encontraban llorando sin parar, menos una que parada en el medio del salón se reía a carcajadas, en sus manos portaba incontables juguetes los cuales rompía y jugaba y nuevamente los rompía, impidiendo que los demás niños jugasen ya que ella se los quitaba, les pegaba y los humillaba, simpre dando saltos de un lado hacia el otro cantando una y otra vez "todo es mío, absolutamente todo, jajaja jajaja tuyo no es nada ya que nada tienes y si lo tienes mío a de ser jajaja jajaja, llora, llora, mas sigue llorando ya que a nadie tienes y nadie te quiere" -es el deseo de querer todo y no importa el motivo- me susura el ángel- ella solo es feliz teniendo lo que desean los demás no importa si el otro sufre, solo importa lo que ella quiere y nada mas.
La niña posee una sonrisa macabra, unos ojos negros, un vestido de igual color pero bordado con hilos de oro haciendo juego con sus zapatitos de charol, mas los demás niños se encontraban desnudos, acurrucados unos con los otros, consolándose mutuamente mientras ella los maltrataba.
A continuación la tercera puerta decía "miedo", esta era una habitación diferente ya que en ella podíamos observar distintos episodios a la vez. El primero era de una persona que tenía miedo a estar sola y siempre estaba rodeada de gente aunque realmente no lo quisiese, en la segunda escena una mujer tiene miedo de que su amor la deje, la tercera de que a una niño se le mueren sus padres, un adoloecente de no saber que hacer, una madre tiene miedo por el bienestar de sus hijos, un padre de no saber si es un buen padre, los hijos tienen miedo de no saber si complacen a sus padres, un abuelo tiene miedo de quedar solo en cuanto no sirva para mas y así a donde quiera que mire encontraba distintas escenas, un soldado tiene miedo de morir en la guerra, una iraki de ser violada, una familia a que le roben y así sucesivamente. Y mientras veo esto pienso en cuantas cosas los hombres tenemos miedo y el ángel me contesta -es uno de los peores impedimentos de todos ustedes, el miedo es un gigantesco muro que es crado para impedirles la tranquilidad y la felicidad, ya que simpre viven pendientes de él cuando en realidad no tendrían que hacerlo ya que todo sucede porque tiene que suceder, en vez de vivir y disfrutar de la vida ustedes imaginan un miedo donde no existe y éste los paraliza dejándolos inertes ante la vida.
Y así en breves minutos recorrimos todas las puertas de ese interminable corredor en que se alojaban allí todas las grandes maldades del hombre y sus peores pensamientos, hasta llegar a la última puerta en que gritos y aullidos se escuchaban sin cesar, en esa puerta decía "Infierno", allí a lo alto se encontraba un gigantesco trono el cual estaba ocupado por una enorme bestia cuyo nombre me dijo el ángel se llamaba Lucifer, éste tenía siete cabezas y diez cuernos, era semejante a un leopardo y sus pies de oso y su boca como la de un león tal como lo realta la Biblia en el Apocalipsis. A sus pies miles de prustitutas lo besaban y todos sus demonios fornicaban con ellas, unos metros mas abajo enormes olas de fuego consumían a los cuerpos de todos aquellos que habían sido condenados por Dios, diferentes clases de demonios torturaban a otros tantos, donde los despellejaban vivos, otros estaban hundidos en un espeso lodo donde una interminable tormenta de lluvia y viento los sucumbía y así se iban viendo todas clases de tormentos.
El ángel me dice -este es el peor destino de todo hombre, el caer en manos del ángel de la destrucción, ingenuo del hombre que cree que puede salirse con la suya sin recibir ninguna clase de castigo, en estos tiempos el ser humano se a olvidado de Dios y del Diablo, y muy equivocados están.
El Ángel posa sus manos en mis ojos y con un beso en la frente me trastada hasta un desierto donde una multitud de personas caminan de un luagr a otro sin sentido, todos ellos mujeres, hombres, niños, jovenes, ancianos mantienen sus cabezas gachas y sus ojos en blanco, están en un interminable transe parecen zombis, el ángel me dice -estas son personas que no saben nunca que hacer, todo les da igual, nunca saben para donde ir y nunca saben de que hablar, no disfrutan de la vida porque no saben como hacerlo, la vida pasa por ellos sin ellos pasar por la vida, en realidad están muertos.
En ese lugar todo es gris y negro, todo es sombrío, simpre es de noche y nunca dejan de caminar, están vestidos por una túnica gris y con una capucha tapando la mitad de su cara.

Su brazo rodea mis hombros y con un beso en la mejilla me traslada hasta un lugar donde todo brilla, a mis ojos les cuesta ver y un gran dolor invade mis retinas llegando a lagrimear por el acostumbramiento de la oscuridad, se siente algo diferente, percibo una cierta alegría y una cierta tranquilidad. Lo primero que veo es un lugar rodeado de árboles, los colores son sumamente cálidos, animales corren por doquier sin notar nuestra presencia como en todos los casos anteriores, escucho a lo lejos agua correr y mi mirada descubre una inmensa cascada y un enorme lago cristalino, el cielo esta increíblemente calro y el sol brilla con toda su fuerza como nunca antes había visto, pero logro destinguir entre los árboles una pequeña cabaña de madera y piedra, en su interior veo a una enorme familia sentados alrededor de una mesa hablando tranquilamente de lo que hicieron durante la jornada, ésta etá repleta de comida, nada falta allí, todos están alegres y contentos disfrutando de aquel momento familiar.
-Esto es lo más hermoso que puede tener y pedir un ser humano -dice el Ángel- la familia es lo mas importante y preciado, ya que ella es el cimiento del sentimiento humano, sin ella no somos nada y con ella somos todo.
Después de un pestañeo todo había desaparecido, ahora me encuentro en una habitación y en ella se encuentran un par de amigos, unos hablan de una cosa, otros de otra, algunos hacen chistes, otros cantan y así cada uno de ellos va haciendo algo en particular, se crea un ambiente sumamente confortable y amigable -este es el mejor entorno que puede tener una persona, estar rodeados de amigos disfrutando el momento con ellos, este es uno de los mejores regalos que ustedes pueden tener -susurra el Ángel.

Transcurrido este hecho me encuentro en un aplio salón de colores vivos y en él puedo observar muchos cuadros prendidos a la pared los cuales recorren todo el lugar, algunos son más grandes que otros, pero cada uno de ellos parece tener vida ya que las imágenes se mueven y cuentan una historia o quizás una situación,.
En el primer cuadro podemos observar una Iglesia antiquísima, sus puertas están cerradas y es de noche, al costado de sus muros se encuentra un anciano durmiendo en la calle, tapado con tan solo diario y a su costado un pequeño perro lo acompaña. A lo lejos se ve pasar un joven hombre el cual se nota por su vestimenta que es de una clase social alta y al notar que a lo lejos un anciano se enontraba descansando en lo que vendría a ser su hogar éste humildemente le deja en un sobre con x cantidad de dinero procurando éste gentil señor en dejárselo en un lugar donde nadie se los pueda quitar. Cuando se esta retirando del lugar el anciano se despierta y ve que en su mano se encontraba un sobre, éste lo abre y cuando de en su interior lo que contenía no lo podía creer, inmediatamente mira hacia los costados y ve a aquel joven hombre irse pero antes de que él cruce la calle el anciano le gita diciendo ¡¿esto es tuyo, por qué me lo has dado?!, el joven recula para atrás y se dirige nuevamente hacia aquel ser desamparado por la vida y le dice -sí es mío y gentilmente te lo obsequio, pues yo no lo necesito como tu, no tengo lástima por ti, no pienses que lo hago para caer bien o para burlarme de usted, todo lo contrario, se que de buen provecho usted amable señor lo va aceptar. Hace unos días he perdido a mi querido abuelo y el me hizo prometer que siempr ayudaría a quien lo necesite y sin pedirle nada a cambio y así lo hago.
El anciano le dice -gracias y que Dios le bendiga. Y el joven le contesta de nada e igualmente.

En el cuadro continuo se ve una mujer sentada en una cómoda silla de mimbre y entre sus brazos se ve que sujeta a un bebe de apenas unos días de nacido, considero que es su hijo y junto a su lado se encuentra su marido, ambos tienen la mirada en aquella pequeña criatura que surgió del amor de ellos dos, sus ojos están llorosos y sus bocas expresan una felicidad interminable, el bebe apenas puede sustenerse y sus pequeñas y diminutas manitos sujetan el cabello d su mamá y con su otra manito el dedo de papá.
En el tercer cuadro se ve a unmatrimonio que duró toda la vida, los dos tienen alrededor de unos 80 años y el amor que se tienen parece que nuca se extinguió, sus cabellos son blancos y su piel esta envejecida marcando el tiempo que pado por ellos, pero en sus ojos se puede notar la frascura de la juventud que alguna vez tuvieron pero que nunca dejaron de tener, ambos están recostados en una hamaca de hierro, ella tiene su cabeza apoyada en el hombro de su amor y él su brazo alrededor de ella. Puedo percibir que están juntos desde muy jóvenes por unas fotos que en interior de la casa se pueden ver, y que tuvieron sus hijos y que estos tuuuuuuvieron los suyos y que haora posiblemente sopn bisabuelos.

Al terminar de ver todos los cuadros el ángel me lleva hasta un lugar donde todo es claridad y me dice -aquí es donde vivo, aquí es donde me encuentro, lo que has visto es la naturaleza humana sus cosas buenas y sus cosas malas, estos son tus pensamientos, ésta es tu mente, dentro de ti se encuentra lo peor pero también lo mejor solo debes saber equilibar lo que se encuentra en tu interior, ustedes mismos crean sus infiernos y sus pripios paraísos, el Diablo y Dios existen dentro de cada uno, no lo busquen fuera porque no lo van a encontrar, ustedes tienen una visión sobre determinada cosa, una sobre lo que es para ustedes es el infierno y lo que es el cielo, lo que es el amor y lo que es el odio.
Dentro de tu mente existe un mundo que ni tu misma conoces, crees conocer o los demás creen conocerte, mas tú te equivocas más lo que te rodean se equivocan también, todos los días aprenderas algo distinto sobre ti, te asombraras de las cosas que harás y de cómo reaccionaras, algunas decisiones que tomes te llevaran mas cerca de lo que es para ti el infirno y te harán retroceder en tu vida haciendo que seas más infeliz, otras te llevaran mas cerca de lo que es para ti el paraiso y te harán avanzar en las etapas de la vida haciéndote cada día mas feliz, no te preocupes tú sabes que hacer, no dudes de ti nunca, ten seguridad de que puedes, todo está en tus manos si no lo logras es porque no quieres, yo soy tu ser interior y de esta manera me has creado.
En eso me despierto y estoy en mi habitación miro a mi alrededor y no hay nadie, pienso en lo que vi y me digo para adentro, ¿cómo se qué salí de donde estuve, no será que estoy todavía en el mismo lugar donde el ángel me llevó?, ¿cómo distinguir de lo que es real a lo que no, ya que no se cómo hacerlo, qué es un sueño y qué no?

En eso vuelvo abrir los ojos y me encuentro en una habitación toda blanca cubirta por una tela la cual esta acolchonada, y al bajar mi vista veo que estoy con una camisa de fuerza atada de pies y manos, al levantar mi vista llega un doctor con una aguja y me pincha el brazo izuierdo en eso éste me dice -¿ya te has despertado?, es hora de que vuelvas a dormir para que no te lastimes, mañana tu familia te vendrá a ver, que sueñes bien.

Siento una pesadez y mis párpados se cierran, no siento mi cuerpo y caigo a un costado y en eso aparece nuevamente el mismo ángel diciéndome:
-No tengo nombre -dice- pero soy aquel que transita por todos los planos y vengo en tu búsqueda para que viejes conmigo a los lugares mas insospechados de la mente humana.
Estiró su delicada mano y yo la tome sin dudar. . .

 

un crescendo en prosa,,,no pude evitar recordar a michel foucault. lindas palabras, saludos

 

muchas gracias por tu comentario, me gustaria que me pasases una obra de michel foucault porque sinceramente desconosco este autor y me gustaria leerlo, desde ya muchas gracias.

 

muchas gracias por tu comentario, me alegra que pensaras que mi escrito es parecido a la divina comedia, ya que es una obra hermosa por donde se la mire. Si te gusto este escrito te recomiendo que leeas Lo exitencial para que opines sobre él, desde ya muchas gracias.