Reposa en mi, amada suerte

La voz por ser infinita
también quema y abre puertas

solo la muerte es un silencio de pausa​

apenas un guiño de tierra que traga los cometas y los bailes de salón /​

un letrero de carretera que indica el final del camino /
y luego volvemos con mayor suerte / con un sol que no enceguece​

con esa obsesión conquistadora
a tomar aliento
a buscar el amor desnudo
ese que hinca
cuando las venas se hacen árbol
y la sangre se esparce en las cartas
hasta cuando tú

sólo veas sus letras...​

 

Cuando algo se vuelve único y no hay nada alrededor que distorsione ni moleste, ¿Se está más cerca del destino? Tal vez. Gracias por tu poema, saludos afectuosos.

 

Muy amable Chema. Saludos cordiales.