Revólveres sin domesticar.

Dios, tú tienes todo el tiempo del mundo,
pero yo solo tengo el que me diste.

Basto de mis héroes día tras día,
basto de malversaciones de mi desayuno
y condicionamientos lineales
sobre la faz de mi sombra
cuando hago mmm, mmm, mmm, mmm.
No me recuerdo,
tengo que memorizarme segundo tras segundo,
y me memorizo en la silueta de revólveres sin domesticar,
me memorizo en las esporas del sueño,
en los cuadraditos circulares
sobre los triángulos de mis
rectangulares lagrimas.
Al fin llegó el fin,
por fin la vereda dejo de marcarse
oscura en sus profundidades
y la barca magenta que aguardaba por mis tendones,
ahora se pone de pie para recibirme,
y con un abrazo antiguo
me desentierra directo al olvido.
Basto de naranjas al plenilunio,
que todos estamos hechos de estrellas
y recuerdos de imprimante sobre techos santos,
basto de espaldas rectas y sortijas en los cabellos,
basto de todo,
que todos estamos hechos de estrellas
en la silueta de revólveres sin domesticar,
haciendo, mmm, mmm, mmm, mmm.​

 

Me encanta tu poesia niña...es impresionante el mundo que habita en tu mente.
versos impregnados de genialidad.
Es un `placer leer tus maravillosos versos...

 

Es un mundo sin mundo, solo me la paso haciendo ding dong con mis orejas o algo así, gracias por visitar este rincón de aguas coloradas descendiendo por las ruinas de palabras oxidadas.

 

Tu poema es como un mundo que flota en las sienes, siempre da gusto llegar a tan creativas imágenes que deleitan en todo su recorrido, saludos cordiales.

 

Gracias por la apreciación, suerte, saludos.

 

Excelencia, letras magníficas.

 

Gracias por la apreciación.