Rezos

Aúllan los lobos cercanos.
Ulular entre la encina.
Acurrucada en las manos
niña de manta divina.

El viento azota las puertas
y la lluvia a la mañana.
Las hojas vuelan abiertas
tras cristal de la ventana.

Pasaron lúgubres sombras.
Rezó que llegaran albas.
"Madre: ¿por qué me lo nombras?;
mira que así no te salvas."

"Hija, no quiero sufrir
más desengaño en la vida.
No hay más que yo le pida
que contigo mi vivir."

"Madre, esto sólo es un suelo,
nos queda el infinito
que nos espera en el cielo.
Reza al Dios bendito,
no quieras lúgubres sombras
donde diablos del averno
entran al alba si nombras
la palabra del infierno.
Madre; la muerte anda oscura,
el día siempre amanece.
No adentres en la locura,
piensa que el mal no merece
llevarse un alma tan pura."

Hija, no hay dioses que valgan
el dolor de un hijo muerto.
Prefiero un cielo desierto,
que de mi mundo no salgan
vidas de amor y dolor.

 

Señor Évano que lúgubres versos, pero apenas y uno puede imaginar una pérdida tal, el dolor que lleva a rezar y sentir tan de cerca un cielo desierto

Un placer leer estos versos Ocultos, para contrastar te dejo unos mas muchos más abrazos llenitos de luz (aqui es mediodía)

 

Tristes versos amigo. El dolor de una pérdida es algo terrible que tú plasmas de excelente manera. Te felicito. Un abrazo!

 

[FONT=&quot]Gracias Ébano, por compartirlo. Un placer pasara por ellos.
[FONT=&quot]Abrazos
[FONT=&quot]Hay que poner de moda la cortesía; participe leyendo a los demás compañeros y dejando su comentario en reciprocidad…[FONT=&quot]
[FONT=&quot]Chepeleón

 

Conmueve, es una hermosura preciosa muy bonita.

 

Muy triste la verdad, versos que conmueven con esa escena, me ha gustado leerte, saludos cordiales.

 

Tristes y lúgubres versos.. Una pérdida así es algo díficil de aceptar. Has enmarcado bien el poema, con ese paisaje oscuro y tétrico envolviendo tus versos. Mis felicitaciones, amigo. Abrazos.

 

Muchísimas gracias a:

Ethel

rosa de la aurora

Chepeleon Arguello

Jorge Lemoine y Bosshartd

Nancysant

Mariam


He leído atentamente sus comentarios, los cuales agradezco profundamente.

Este es un poemilla que guardaba en mi cajón de la melancolía.

Se les saluda afectuosamente.