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Romance de la gitana*

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por seba_kris, 30 de Julio de 2008. Respuestas: 0 | Visitas: 462

  1. seba_kris

    seba_kris Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    8 de Abril de 2008
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    La luna baña el paisaje,
    y al son de las panderetas
    la gitana de mis sueños
    cimba sus combas caderas.

    Los rostros de los gitanos
    se iluminan con la hoguera,
    que circundan los muchachos
    y las mozuelas traviesas.

    Yo la quiero, porque tiene
    por dos ojos dos centellas,
    cintura esbelta de lirio,
    tobillos de bayadera.

    Quiero perderme una noche,
    como se pierde una estrella,
    en los confines de su alma
    y ocultar toda mi pena.

    Su corazon de amapola
    me brindara su pureza,
    absorbere su inocencia
    una noche de bohemia.

    Me escurrire por las carpas
    cuando los gitanos duerman;
    al acercarme a su lecho
    le contare mis querellas.
    ........................................


    -llevame lejos contigo,
    cuando la noche serena
    tienda sus telones negros
    y en la tribu todos duerman.

    La noche antes de fugarnos
    bailo junto a la ladera.
    Estaba alegre la moza,
    pues era la vez postrera.

    Sus piececitos apenas
    tocaban la rubia arena,
    al levantar sus vestidos
    mostraban su piel de cera.

    Queria su seno morbido
    darme toda su pureza,
    escaparse de su blusa
    aquella noche agorera.

    Y se animaba la danza,
    y al son de las panderetas,
    la Carmen de mis amores
    bailaba en la noche inmensa.

    En el aduar todos duermen,
    y la luna en el cielo, llena.
    Montado en mi potro negro
    la esperaba en la calleja.

    La vi llegar presurosa,
    la tome por las caderas,
    la sente bien en la grupa
    y emprendimos la carrera.

    Mi fiel animal corria
    por esa tierra bermeja,
    y retumbaban los cascos
    bajo la noche serena.

    Nos siguieron los gitanos
    declarandonos la guerra,
    dispararon contra ella,
    y llevaronse su almita buena.

    Ahora voy solo y triste
    por los caminos, sin tregua,
    oteando en el horizonte
    sus tiernas carnes traviesas.

    Los carbones de sus ojos
    me miran de dos estrellas,
    y sus rutilantes rayos
    me estan besando muy cerca...
     
    #1

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