Rutinario

¿Quién devuelve a mí ser
la tranquilidad de la incertidumbre?,
la paz de no ser nadie,
de carecer de roles, inerte
en la esencial sustancia del observar,
del vivir en la absorta calidez del ahora

de dormir sobre la quietud
de la irresponsabilidad,
porque aún hay tiempo para los errores,
aún hay espacio para construirse,
aún hay hambre de oportunidades

devuélvanme la valentía
de ser quien no quieren que sea,
de decir lo que ya no se puede,
de ser impulso en el sepia de los días,
vendaval en nuestros otoños.

 

En muchos casos es mejor equivocarse que no atreverse. De los errores siempre se aprende. En todo caso es mejor tener una actitud valiente ante la vida aunque suponga vivir en la inquietud. Buen poema. Me ha gustado leerlo. Un abrazo.

 

Gracias por pasar a leer!

 

Una oveja negra es mejor que cien borregos blancos. Es fundamental, sobre todo sino coincide con nuestros ideales, no seguir a abanderados. Ser uno mismo. Me ha gustado mucho el poema. Un abrazo, amiga.

 

Decía una ancianita cantora: No me duelo de los errores cometidos; me duele no poder volver a cometerlos. Uno se acomoda a la paz burguesa de los años, pero esa paz tiene pulgas, alambradas, pozos. Y a la poesía como salida de emergencia.
Es maravilloso leerte, amiga. Gracias por hacerte presente. Te dejo grandes abrazos.

 

Tus letras tienen fuerza, me agradó leerte, esa libertad de ser lo que queremos porque aun en medio del error nos podemos perfeccionar con la experiencia.

 

Tú misma, en la medida que logres poner todo en su sitio.
Un saludo, Sandía.