Sentado Sobre El Tejado

Sentado sobre el tejado,
se deja acariciar por el frío,
que sin compasión se cuela,
por las rendijas de sus prendas,
que a jirones su piel pálida quedó expuesta,
y de un rojo carmesí sus labios se mordían,
más sus ojos en contorno rodea su negra opción,
que desde hace días no se han querido ir de su expresión.

La negra noche ya no es augurio del día,
si no lo oscuro de su mirar,
que en infinito miran sin gesticular,
más su boca degusta sus salinas gotas,
que un día partieron desde la cúspide de su lagrimar
y el nudo anidado en su garganta se apodera de su pensar,
dejando ir el melancólico lamento,
junto a la gélida brisa que atrevida pasó a su lado.

Un transeúnte pasa sin atender,
que en la cima de esa mansión,
hay quien le observa su apresurado correr,
más la noche se hiela para pararse a entender
y la figura continúa sentada impávida,
desfigurando sus manos dentro de su corazón,
que apretado se contempla,
sin saber donde comenzó su depresión.

Piensa alzar vuelo desde el pináculo de su dolor
asintiendo la decisión,
que ha meditado en más de una ocasión,
y mientras la altura se hace de su complot
admite una figura que le llora desde su creación
deteniendo enérgico su lúgubre entonación
quedándose inmóvil sentado,
bajo la lluvia y el relámpago,
que a esa hora dibujaban la vigilia de su colisión,
que si mirabas bien,
sólo se dejaba ver bajo su quebranto quieto,
sobre la azotea de su bastidor.....​

 

Muchos de nostros hemos estado sentados alguna vez, sobre algún tejado, mirando la vida deprimentemente...saltando en nuestra imaginación mil veces y estrellandonos, en busca de la paz. te sigo leyendo amigo
Tu amigo Dago

 

Dago amigo...., magnífico tenerte en estos versos y saber que aún sigues mi poesía..., que hoy se ha estrellado contra el pavimento...., un fuerte abrazo hasta tu maravillosa tierra.

 

Nostalgia...., gracias por acercarte a conocer este poema caìdo..., un abrazo amiga.

 

Raúl,

Nuevamente por tus huestes y esta vez para descubrir este triste poema... ay lo confieso, me cuesta leer tan tristes letras. Y para calmar ese dolor y que emanan tus versos de desolación yo quisiera pintarle corazones y adornarlo con una flor. Lo siento que eso es atrevimiento, porque la desesperación tambíén son motivo de versos.

Un dulce beso.

 

Manu..., jajajajaja..., lindos adornos me has dejado y agradezco por ser tan cálida con este poeta a veces triste, a veces no tanto...., un abrazo agradable.

 

Cariño...., gracias por detenerme con tu cálido comentario..., un abrazo.