Sexo prohibido

Cae la lluvia sobre el terreno fangoso
cuando dos enamorados corren buscando refugio;.
y allí en el recodo del triste camino abandonado,
al pie de los cerros que hacen más triste el camino,
surge de pronto aquella casucha de guano,
y los dos enamorados a ella entran
por la puerta que no existe,
para buscar abrigo.
Y aquella casucha, de tiempo abandonada,
respira profundo en medio del camino.
Lluvia, truenos, cuerpos mojados, frio...
Todo conspira contra dos adolescentes
que se sienten culpables de solo pensar
en todos los pecados humanos que han existido.

Hubo besos inevitables,
y miedo..., mucho miedo;
y deseos, locos deseos;
y juegos de manos,
y por momentos, peligro...
Y en la explosión de un rayo pavoroso,
se abrieron los abismos:
sus cuerpos se aferraron el uno contra el otro,
en medio del frio.
Pero nada ocurrió, que de antes no hubiese ocurrido.
Hubo respeto a las costumbres de antaño,
y los dos adolescentes maduraron
como nunca lo habían sido.

Poco a poco la lluvia se calma,
y sale el sol y despierta el trinar de un nido,
y alli en el recodo detienen la marcha,
y con un simple beso se separan,
por distintos caminos,
sin sospechar jamás ,
que allí en la vieja casucha abandonada,
tiradas en el piso de tierra mojada,
quedaron sus dos almas,
teniendo sexo prohibido...

Frank Calle (14/ nov/ 2022)

 

La lluvia desata pasiones y en este caso, vestidos. Dicen que lo prohibido siempre llama nuestra atención y tu poema lo parece confirmar. Un gusto, querido Compañero.

 

Agradecido Dvaldés, esasí como dices. En mi caso, cuando trabajo el erotismo, hago lo que le llamo "erotismo subliminal" donde trato de ponerme ante todo a buena distancia de la pornografía, en tanto el texto da posibilidades al lector de llegar en la interpretación hasta donde desee. Lo erótico está y no está, porque es un sentimiento humano, dejando siempre para el final alguna sorpresa.

Ha sido un placer.

Frank
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