Siempre olvido.

Silencio y olvido.


Y supongo que el cielo habría sus puertas a nuestra tormenta
de nubes engordadas de grises y negros nubarrones,
mientras besábamos el tiempo de nuestra vida por delante.

Eran y rojos tus besos,
en la alcancía de la memoria del alzheimer,
esa terrible y egoísta enfermedad
para viejos que quieren desaparecer
de un mundo de niebla y tinieblas
en su esperanza de quien soy yo.

No me acuerdo, no se quien fui,
ni soy en mi ego taciturno.

Y la terrible tiniebla invadió mi espacio
apoderándose del sol y su luz.

Soy, solo su oscura sombra
y la rabia desperdigada
en el infinito donde no me acuerdo de ti ni de mi.

 

Las rupturas causan que cambiemos por completo,
de nosotros mismos y a los demás

Mis respetos en un abrazo azul,

 

Al leer tu poema recordé a una amiga que cuido a su esposo quien padecía tan angustiante enfermedad, tanto amor desvaneciendose en el olvido y por otra parte tanto amor dando cuidados en memoria de lo que fue.
Saluditos hasta tu orilla

 

Gracias niña de color azul. Abrazos multicolores.

 

Muchos besos Marea.

 

Gracias Maramin, un abrazo.

 

Gracias Luzyabsenta.

 

Me agrado la forma en la cual expresar esa transición que da inicio ante la ausencia.
Por otra parte, podría ser afortunado dado que muchos jamas encontramos olvido
Saludos

 

Muy triste esa situación, un mal que sume a las personas en la
tristeza y la angustia. Un buen poema que nos abre la puerta a esa
terrible enfermedad. Gracias por compartirlo. Besitos apretados en
tus mejillas.

 

tienes una valiosa ventaja, yo no puedo olvidar ni mi nombre


grato leerte

 

Hermosas letras
Un placer leerte