Sin aire

Como un revólver apunte hacia la noche mi ojo ferozmente débil,
ya la luz jadeante y toda escritura deshecha en el musgo silencioso,
era algo parecido a un abismo, una voz maternal, una indigencia pura,
y un sórdido retrato que miraba en lo terrible,
no hubo forma de ir liviano con el cuerpo por esa blancura ardiente,
me perdí entre las sienes,
fue mi paso el inseguro.

Rodeado así, en la cumbre íntegra por mis devoradoras vacilaciones,
descubrí el frío que estalla y convierte mis rastros en historia y mares sumisos,
intensamente, al fulgor del sigilo que buscaba mis temores,
todo fue en vano, sin embargo, perseguía el paso oculto de la muerte.

 

Mis pasos desnudos se internaron
en la huella silente del desvario,
corren tras un sueño, perlados de miedo y tropezaron.
Agitados como su ilusión de tener a diario.

Un verdadero honor leerte.

Y felices fiestas navideñas.

 

Un Gran Escrito... No Solo Un Poema