Sin fuerzas

Enseñame como es la vida,
pues por más que lo intento,
no se vivirla.

Muestrame el camino correcto,
no me lleves más por la zarzas,
sólo un camino recto,
hasta que al final mis cenizas esparza.

Bañame con la sabiduría,
de la noche estrellada,
Que por muy incomprendida que sea,
es la única que ve las auténticas mareas.

Necesito aprender,
a vivir la vida tal y como es,
mas por vencido me di,
y sólo quiero averiguar cómo ponerle fin.

No es la soledad,
no es la sociedad,
es un estoy donde no debo,
y no debo estar donde no me encuentro.

Es un constante voleteo,
conectando con mis neuronas,
una frase recurrente,
a la que no soy capaz de hacerle frente.

Tan simple y tan compleja,
a ningún otro dolor se asemeja,
una muerte astral,
cuando la amas y ella no te quiere amar.

 

En fin...

La poesía viene siempre a echar una mano. Buenos versos, Poeta. A su salud.