Sincronizando los amaneceres

He tratado de ser como tu. Me he tratado de tatuar tu nombre en la frente y de hacer de mis lados angostos planetas que nada me importen. Miré las esperanzas y quise amanecer de pronto. No pude convencerte de que todo estaba bien y que mis manos empezaron a aprender a resucitar solas. He estado tan sola que deje de respirar desde que trataste de ayudar.
No hagas ruido. Deja que las nubes se conjuguen en una melodía y que la fe se nos acumule en las miradas. No me puedo equivocar más. Hice silencio a favor de los muertos y de los ángeles.
Los fantasmas se cuelan entre mis sábanas: me hacen el amor y dejan que la sangre me brote de los poros. Las vírgenes lloran sangre por sus ojos y las palomas se estrellan en los castillos de arena. Te dije que no hagas ruido que no me dejas oírme.
El dolor que trate de mostrarte no es más que una fotografía de lo que solías ser. El momento para decirte adiós paso y ahora necesito dormir para dejar de ser lo que querías que yo fuera. Esperabas tanto de mí que no logre darte nada de lo que quedaba de ti. Te equivocaste al imaginar que mi vida colgada de tus clavos y que tus angustias eran más mías que tuyas. Me desaparecí de tu lado. Deje el rastro de mis huesos en los pedazos de tu cama. Empecé a flotar en aguas turbulenta que se parecían a mi piel. Criticabas todo lo que yo hacía, te importaba tan poco lo que me ocurría en el cielo.
Imagine que ibas a volver-por dicha no lo hiciste. Desmembraste todo lo que tenía forma, hiciste que me interesaba por causas que nunca me han atraído, hiciste que mis problemas giraran entorno a ti y que mis dolores fueran irreales y que tu voz se apoderara de todo lo que era perfecto en mi. Hiciste desastre en tierra tranquila, hiciste esto que ahora te causa pánico...
Calcinaste altares de incienso y madrugadas de pasión, y ahora me dices que me calle... Quítate del medio de mis oraciones, que ya no me interesa meterte en mi religión. Dame un cuarto donde descansar cuando mis huesos se duerman cuando el frío los comienzan a destruir.
¿Qué diablos puede pasar ahora que todo se empieza a derrumbar? ¿Qué pasa cuando las manos se me congelan y no queda nada más que hacer que quedarse en silencio sintiendo la muerte de cerca? ¿Qué hago ahora que soy una sombra de lo que antes fui? ¿Qué puedo hacer ahora para lograr huir de mí?
La inseguridad que me maquillo es lo que me ensañaste a ser, lo que me dejaste ser. Ahora muéstrate valiente para hacer algo de ruido antes de que todo ser termine por completo...
No voy a volverte a hablar, no voy a continuar resucitando esto que una vez fuiste y que ahora aborrezco. Piérdete, púdrete, destrúyete, quítate del medio que toda esta soledad que me regalas ya no la quiero guardar más. No te puedo convencer de quererme, así que trata de irte que no es justo para mí que me sigas haciendo imaginar que me vas a despertar en una madrugada igual a todas. No puedo seguir sintiéndome de la misma manera que me hiciste sentir. Ahora no puedo decir ni dónde quiero estar.
Eras mi amigo, luego mi amante y ahora ¿qué putas eres? Deja de mirarme que no me excitas ni me haces quererte. Sigue sintiendo que eres incomprendido que no tengo ganas de hacerte sentir bien.
Y no hagas de esto una tragedia que las cosas tienden a ir y venir y ahora no quiero entrar en romanticismos ni en utopías amorosas. Vete que quiero desintoxicarme y contigo al lado no hago más que envenenarme...

 

Cebiste ponerlo en melancólicos. Está precioso. Con tanta belleza que no puedo describirla. Maravillada por tú poema. Laura

 

gracias! es un gustyo q lo hayas disfrutado!