Sobrecogedor instante.

No importa el tiempo, ni el futuro, solo este sobrecogedor instante.

Lo que pase hoy, esta abrigadora sensación de tenerte conmigo, este incandescente deseo de hacerte parte de mi vida, de hacerme parte de la tuya.

Es cierto que a veces me golpean oleadas de dudas, a veces acompañadas de cierta desesperación y siempre con unas gotas de incertidumbre, pero más allá de esos pequeños momentos que me recogen el alma y que me abaten como cuando sientes que no te entra suficiente aire a los pulmones y te vas ahogando de a poco hasta casi perder el sentido. Esta la alegría que produce cada encuentro, el latir descontrolado de este corazón que se desboca en latidos, que late por ti, para ti y contigo.

Es más que la necesidad de ti, es querer tu compañía y tu vida junto a la mía sin tener una necesidad desbocada e incontrolable, no estoy tratando de aferrarme a ti, quiero estar contigo compartirte mis sueños, mis poesías, mis obras y mis pesares más profundos. Sé que puedo estar sin ti, se cuan doloroso es pero puedo manejarlo. Puedo. . .¡Sí!. . . Más no quiero.

Confesare que sí , me asusta la idea de un día perderte, de que dejes de estar a mi lado por cualquier razón, pero aun así todo cuanto hemos vivido, poco, mucho, un minuto, una hora, unos días, una vida imaginada, todo cuanto ha pasado entre nosotros ha valido la pena y sé que aunque muchas cosas vayan en contra, seguirá valiendo la pena aquello que vivamos hoy, si viene lo que vendrá mañana, con suerte lo que vivamos siempre.

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