Soldado

Anduvo en las trincheras temeroso
por no poder morir de sentimiento;
la bala fue a por él y en un momento
su pecho germinó maravilloso.

Volvió de su derrota victorioso
-herido el corazón y el pensamiento-
el fuego del amor con su armamento
prendió su amanecer y le hizo hermoso.

Soldado creció tanto en la batalla
que cuando regresó de la contienda
llevaba el torso henchido de medallas.

Soldado del Amor se dio en ofrenda
-feliz como la vida cuando estalla-
saltando en ese instante a la leyenda.

 

un ejemplo de muchos, muy buena entrega y sincera, saludos

 

Marian, muchas gracias por su comentario y sus saludos. Le agradezco de corazón su interés y sus palabras de ánimo. Francamente lo único que deseo es dar a conocer mi poesía, ser fiel a mi escritura y aprender de vosotros todo lo que pueda.
Un placer, de verdad. Saludos.