Soledad y oscuridad se besan...

Me vuelvo a la oscuridad mas profunda y fraudulenta,
donde nadie me pone rejas.
Sólo la soledad es mi dueña,
la que me envuelve y en versos se queja.
No dice mucho,
pues la noche la cubre y ella se deja.
Soledad y oscuridad se besan.
Y yo...
yo desmayo entre ellas.
Quizá con celo de mezclarme en sus alientos.
Por sentir el roce de el amor en mis labios.
Aunque sea de la fría oscuridad y la soledad perpetua.
Mas son ellas quienes a mi me desean,
y me envuelven en su danza siniestra.
Me hago soledad,
sin huellas y sin rastro,
sin sonidos ni lamentos,
y danzo sin freno en esta ausencia de color que oscuridad me presta.
De pronto me despierto y soy yo.
Y llamo a mi camino soledad.
A mis días oscuridad
Y mi alma…
mi alma da a luz a la tristeza

SHA.
(Parte es mio, parte es de Claudia, quien me lleva siempre por esos lugares de su mente, en los que me pierdo y con ella me encuentro)

 

Soledad y oscuridad me gustan, algunas; el calor y el color ya lo pongo yo.
Hay oscuridades fraudulentas, pero hay otras que invitan a disfrutarlas. Lo mismo pasa con las soledades.
Somos en la otridad; somos uno y somos varios que nos acompañan.
Que bueno tu poema, Sandra; la soledad y la oscuridad también nos pertenecen.
Besos a pares para Claudia y para la chicharrera aquí presente.

 

Soledad y oscuridad si se besan cuando no podemos desprendernos de la primera, yo he sentido esa oscuridad que colapsa la mente y los sentimientos. Me ha gustado amiga Sandra, siempre profunda, siempre bella poesía. Abrazote vuela. Paco.

 

¡Ah, amiga mía, esa soledad...! Tan extraña y tan compañera a un tiempo. Palabras de madrugada son estas, las sombras envolviéndolo todo y haciendo a la soledad más intensa. Deseada a veces, maldita otras. Cómo me gustó eso del alma dando luz a la tristeza... ¿Qué va a hacer la tuya? Pues eso dar luz.
Con todos mis afectos, un abrazo fraterno.
Salva.