Somos hipócritas

Somos hipócritas.
Hablo en plural, porque es mi única
forma de incluirme y no intentar
escaparme con buenos argumentos.

Media vida quejándonos.
Un año entero manifestándonos.
Cartas de protesta.
Pancartas con ira propia.

Llega el momento esperado.
La hora de la verdad.
La hora del triunfo
Y, ¿Qué hacemos?
Nos escondemos tras nuestra
vergüenza.

¿Tanto miedo tenemos?
La libertad es un derecho
homologado y probado.
Entonces, ¿Por qué nos echamos
atrás?
Porque sabemos que es mentira.
No somos libres.
¡La libertad no existe!

Tan claras decimos tener las cosas.
Tan seguros creemos estar de nuestros
ideales.
Ha llegado el día para darnos cuenta
de que vivíamos en una mentira.
¡Cómo la vida! Pero no tan cruel...

Dudamos de todo en el último instante.
Cuando la victoria y nuestro sueño
estaba rozándonos.
Lo podíamos sentir en el interior.
Y resulta que una vez más la sociedad
me depciona.

Siempre soy la martir
de las mentiras piadosas
de la humanidad.

El trono no cae.
Porque seguimos manteniéndolo.
Y al pueblo no se le cae la cara
de vergüenza al seguir criticándolo.
¿Por qué desperdiciasteís la oportunidad?

 

Somos mucho menos libres de lo que imaginamos, estoy de acuerdo contigo. Estamos llenos de prejuicios y nos importa demasiado lo que no debería y actuamos poco o nada para lo importante, y yo también me pongo en primera persona porque mirándose el ombligo al menos, se puede empezar a aprender.

Por cierto, en respuesta a tu comentario puedo decirte que escribes bien, no debes pensar que tus entregas son simples, no creas que malgasto el tiempo leyéndote, a mi me enriquece lo que leo aunque discrepe, siempre se aprende.

Un abrazo,

Palmira

 

En tal caso, gracias. La verdad es que estoy pasando por un mal momento, tengo la autoestima por los suelos, estoy depresiva, y puede que todo lo que haga me parezca simple. Yo únicamente hago lo que me gusta, y escribir ocupa el puesto número uno, aunque también leer. Desde temprana edad no he podido vivir sin un libro, y al contrario de lo que muchos me decían y me siguen diciendo, leer no es una pérdida de tiempo.

En cuanto a la frase de tu comentario: "Estamos llenos de prejuicios y nos importa demasiado lo que no debería."
Eso es justamente lo que me pasa.
Un saludo.

 

leer puede ser más adictivo que el sexo y que el helado de vainilla para algunos. Para otros, lo que es adictivo es tener autócratas y caudillos.