Sufrimiento oculto

Mi pecado es ser cariñoso,
mi pena es seguirla amando,
y cada noche busco una respuesta,
un hasta cuando.

Sigo sufriendo,
sigo vagando en la soledad,
en profunda tristeza,
en recuerdos llenos de melancolía.

Porque Dios me hizo tan romántico,
porque sigo amando sin ser amado,
hay tantas preguntas
sin respuestas en mi mente.

Sigo llorando,
y cada noche
las cuatro paredes de mi habitación,
se convierten en mis aliados,
pues saben de todo mi dolor.

En ella guardo mi aliento,
mis tristezas y penas,
y al siguiente día,
en silencio quedan.

 

Tanta melancolía guardan tus noches.
Muy buen poema.

Un beso.