Suicidio ¿me ayudas?

La sangre en la alcoba,
Ferviente seguidor,
Las navajas en la almohada,
Apasionado desamor

Cubre mi rostro con tu ser,
Las manos con la masonería
Crisálida sin mariposa por nacer,
Solo la muerte en el capullo de la vida,
Cuartetos quebrajados por tu placer

No me quejo de esos recuerdos,
Pagana, vana, amada desesperanza,
Más si, aclamo la voz del temor,
Ese mismo temblar de tus venas,
Oh azul latiente de dolor
Vacía la alquimia y mis penas

Un suicidio por traición,
Una fría emoción de dos segundos
Y un cuarto de minuto
Que me regalas en mudo
Discurso de adiós y rencor

Así como la catedral
Pierde campanas más no campanarios,
Me pierdo en mi mar sin corsarios,
Muerto, solo, tan enajenado como un mal
Sin su bien, con ojos temerarios

Pero ese es el fin de este mi suicidio,
Tan sucio como el latir de la melancolía,
Tan, Oh tan yo que temo no azularme en el piso
Y seguir siendo parte del rosa alegría

Suicidio, ¿pero si no lo logro me ayudarías?,
¿tomarías mi lúgubre alma sin precio?

 

..claro que te ayudarìa a asesinar esos lùgubres pensamientos, poeta!!!
No quiero quedarme sin un guerrero y mucho menos sin verdor a mi alrededor.
Me gusta màs el rosa alegrìa.
Genial escrito.
Besos

Evangelina

 

Si la vida te es un suplicio, suicidarte es un deber.

Incitador poema Guerrero. Yo no podré decirte que no.

Saludos,

 

jajajaja es bueno saber que no solo hay poetas sino personas que coperan hasta la muerte. gracias por su comentarios tocados con gracia