Tarde... me dí cuenta

Levanté sobre el mueble con un fuerte mareo,
Lastima que muy tarde me di cuenta de eso,
Estabas tú despojada de todo harapo, tirada en el lecho
Con un mirar que mostraba solo lamento.
Te vi estupefacto, no podía creerlo,
Me arrodille en el suelo, lloré es cierto.

Enrollé la sabana que había tocado tu cuerpo,
Limpie todo el bochorno que había sobre el suelo,
No dijiste palabra alguna por ese suceso,
Solo quedaste callada como si te encontraras durmiendo.
¿Será que seguías enojada por algún enredo?

Fui llorando al lavado, resignado a todo perderlo,
¿Por qué había sucedido todo esto?
Quedé igual de incierto al contemplar mi reflejo,
Tenía manchas de sangre sobre el cuerpo…
Un momento, es cierto…. ¡No estabas durmiendo!

 

Interesante tu escrito, me gusta la manera en la que escribes sigue adelante.