Te debo todo y nada... Te debo ser yo

A ti te debo la gran pena que acompaña mis días,
Y después de tanto tiempo quiero creer que todavía no eres consciente de ello.
A ti te debo el dolor y todas las heridas que tiene mi alma,
La soledad donde se halla cuando resuena tu nombre…
Y el gran vacío que siente cuando escucha “papá”.

A ti te debo las lágrimas perdidas en el recuerdo,
Te debo las noches en vela añorando momentos que se alejan del presente,
Te debo, dejar en un pasado todo aquello que me hacia feliz…
Te debo, abrir los ojos y enfrentarme a la vida.

A ti te debo una infancia completa de cicatrices forzadas
De sentimientos enmascarados detrás de tu falsa apariencia,
Te debo una realidad enmarcada de tristeza
En la que aún todos conservan tu huella.

Te debo lo que soy, te debo todo y nada…
Y por cada segundo que pienso en ti, te llevas una lágrima.


Al irte tú, no se fue solo un padre…
Se fueron también hermanos y familiares
Se fue una vida y con ella me fui yo.

A ti te debo la fuerza y el coraje que me apoya,
te debo la desconfianza y la decepción que me protege,
te debo la valentía que me guía..
te debo, no ser nada y serlo todo.


A ti te debo la distancia que me une a mis hermanos,
Te debo los sentimientos enmascarados que tú sembraste en nosotros,
Que tú pusiste en nuestros caminos, para lograr que fuésemos igual que tú.

Y lograste separarnos… Y lograste que seamos solo extraños.

A ti te debo el dolor, dolor que siento al verlos pasar y solo decirnos hola,
A ti te debo la incertidumbre que acompaña a mis pensamientos.
A ti te debo la ignorancia entre nosotros,
Y los pocos deseos de ellos de no sentir nada por mi.

Muchos años han pasado ya, y aunque sola estoy gracias a ti…
Nunca deje de quererte y odiarte a la vez.
A ti no te debo el sentir que eres mi padre…
A ti no te debo sentir llamarte “papá”.