Te quiero a escondidas...

La llama de mi corazón late por tu motivo...

Solidificado en mi pensamiento inusual...

Provocado por tu presencia...

Cambiaste mis pensamientos diarios...

De lo habitual del día...

A querer saber que haces?...

Donde vas?...

Que piensas?...

En el misterio de saber quien eres?...

Mi día pasó a ser un torbellino de corrientes...

En la impaciencia de averiguar todo sobre ti...

De buscarte con la mirada, haber si desvías tus ojos hacia mi...

De escudriñar todos tus caminos...

Para chocar con vos, en la casualidad excitada...

Así poder devorarte con mi mirada...

Y en el roce de pasar junto a ti..

Degustar la fragancia de tu bálsamo inconfundible...

Así en mi delirio tratar de indemnizar tu apariencia...

Solo por unos segundos con tu presencia...

Y perderme en tu retrato inmaculado...

¿Y me pregunto?

¿Porqué endemonias mi mente?

Solo con tu caminar atrayente...

Y seguiré jugando a las escondidas

a buscarte por la eventualidad

Para seguir deseándote en el anonimato

Que es mi grato juego de aprender

Lo que mis ojos buscan sorprender...

Porque si descubres mis intensiones...

Mi juego ilógico tendría conclusiones

Y el espejismo de examinar tu sombra...

Que mantiene el acorde de mis desvelos...

En la algarabía de seguir buscándote por casualidad...

Por esa, tu condición de fatalidad...

A eso que yo llamo jugar a las escondidas...

Sin que tú te enteres....

 

Sentidos versos provocados por la misteriosa y atrayente presencia de la musa, que despierta los sentidos y los embriaga reclamando dejar de ser esa casualidad en sus pasos. Un cordial saludo con mis mejores deseos para tu vida. Hasta pronto.

 

Un cariño así se puede sentir con un toque mágico, dulce y tierno a la vez, un bello poema, grato recorrer su espacio saludos!!!

 

Hay tantas formas de amar como humanos en el planeta, la de tu poema me resulta familiar de mis tiempos adolescentes y no tan adolescentes, me ha gustado tu poema amigo Zapala. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias Ferra, Brisa de invierno, Paco Valiente por sus comentarios, mis saludos cordiales...