Testigo del alma

¿Entonces qué sigue?
La luz de un cuarto menguante
El frío no tan frío,
del final del otoño.

Estar dudando a cada paso
¿Es esto lo correcto?
¿Es esto lo que debo hacer?
Por favor, dime que hacer.

Es como estar fuera de control,
tan lejano a mi mismo,
Actuando en automático,
perdiendo el presente.

No estoy sintiendo hambre,
no siento sed tampoco,
no estoy sintiendo el frío
pero me siento tan vacío.

Es un hueco aquí en el pecho
que no se cubrió al crecer,
como si siempre hubiera estado,
¿Qué es lo que hace falta?

Observar el techo,
postrado en mi cama,
todo se ve tan seguro,
sin riesgo, sin pasión.

Estoy tan acostumbrado.
Cuerpo joven, alma vieja,
sangre tibia, piel terza,
juventud y vacío.

Esto debe ser la soledad,
una especie de muerte en vida
que me atrapa en agonía
y me deja en tempestad.

Es parte de...
Pero mientras se queda
me abandono un poco
y siento que vale nada.

Soledad y encuentro,
del alma que tanto anhela,
más que cualquier otra cosa,
poder ser observada.

No me digas nada,
solo escucha,
ponte en mi alma,
ve las cosas que veo.

Presencia sin juicio,
Solo mírame auténticamente.
Esto es todo lo que soy,
es todo lo que tengo.

Escuchame atento,
la voz del lamento.
Si eres testigo,
ya vale la pena.

 

Me gustó tu poesía, es intensa y con un contenido muy profundo.
Bienvenido al portal.

 

Muchas gracias, un saludo hasta donde te encuentres

 

Bonito Poema! Saludos desde Brazil!

 

Maramin, es la duda que parece ser única, como si solo a uno mismo le pasara.

 

Muchas gracias, saludos desde México!

 

Es acaso ese hueco ¿Un corazón que nos han robado?

Saludos

 

No sabría decir si es alguien. A veces parece ser una soledad que va más allá del estar acompañado.