Tierra de cartón.

Tantos días elegidos y tan poco aprovechados.
Ya no llevan lista en el calendario, han dejado de importar.
Ya no duelen las fechas, señal de que la vida se aleja.
Ahora solo quema el presente.
El día de hoy que expira sin medida.
La nostalgia del recuerdo, de los besos pasajeros.
De aquellos amores frescos, que hoy son idos.
De las risas que corrían sin prisas.
De las palabras atesoradas, como si en ellas nos fuera la vida
Ya no quedan ilusiones, ni añoranzas por los amores.
La tierra se ha curtido, se ha envejecido y cambiado de color.
Ya no da frutos de colores,
ya solo mantiene el permanente para sobre vivir.
El trigo cuida, para que no falte el pan.
Que no se quede sin fuente el nogal.
Que los chopos liben humedad.
Que el manzano de sombra apacible y dulce.
Y la paz de la sierra, como manta cubra el corazón del frio.
Hoy no queda nada mas,
que una tierra acartonada.
SHA.

 

Por más que el entorno cambie, el alma puede hacer su propia nueva tierra.
Siempre me gusta reflexionar a partir de tu trabajo.
Un abrazo y muy feliz inicio de semana.

 

Buenas noches
Unas hermosas letras encuentro a mi paso
Gracías
Un saludo

 

Sin duda, Cecy querida.
Y a veces hasta la tierra mejora, después de ser removida, quitando todas las raíces que ya daban frutos rancios o escasos. Y volviendo a sembrar como en tierra virgen. Regaremos la acartonada para ablandarla y prepararla para la nueva siembra.
Gracias, poeta.

 

A ti, nuevamente, Fabiola.

 

Un placer leerte
Hasta otra