Tinta negra...

En la oscura soledad de mis poemas
hay un eco que flagela mi quebranto,
un veneno que se ingiere y no es llanto
pues es solo un corazón que en letras rema.

Cual velero sin mástil cruza los mares
intentando comprender su somnolencia,
tan lejano está del sol que su dolencia
va creciendo al escribir estos cantares.

Son mis ojos el bufón de la tormenta
un reflejo que sin luz hurga el pasado,
esas ganas de llorar cuando el costado
siente la fragilidad y se alimenta.

Escribir tan solo es un aliciente
un poder hablar demás sin una corte,
es el arte de soñar sin pasaporte
y abrazar la soledad sin ser demente.


Poema LXXXVII
16/02/2022
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Que hermoso poema nos compartes mi niña, unas letras llenas de nostalgias
que atraviesan el corazón. Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.