Tocando fondo

Sin poder superar su muerte estuve un tiempo que me pareció infinitamente largo sufriendo, además, un dolor tan intenso que me impedía respirar.

Día y noche no dejaba de rumiar pensamientos obsesivos que me llevaban a un deseo irrefrenable de encontrarme con él, pues su ausencia se estaba volviendo insoportable, para poder abrazarlo por última vez.

Y sucedió que después de tocar fondo, renací de mis cenizas cuando, transcurrido el largo puente del fin de semana, pude acudir a la tienda de telefonía más cercana y comprarme un móvil nuevo.

 

Lo peor de todo es que realmente esto puede suponer un grave trauma para much@s hoy en día . Buen micro, amigo. Un abrazo.