Todos los días de febrero

Cerré la puerta, miré el calendario, UNO de febrero,

en un instante DOS corazones olvidaron su despedida.

Ya solo había abrazos, TRES besos al despertar, su cuerpo y mi cuerpo,

más de CUATRO veces mirarla a los ojos y siempre ver que sonreía.

Improvisamos un viaje a CINCO palmos por encima del suelo,

bailando como si no hubiera mañana, saltando de silla en silla,

SEIS palmadas y cambio de turno, aver quién llega primero

que solo quedan SIETE galletas en el cajón de la cocina,

OCHO sobrecillos de azúcar, un bote de café que siempre está lleno

y NUEVE tazas colgando del mueble. ¿ Café con leche?. Siempre. Que empiece otra vez el día.

DIEZ minutos de descanso, un par de tostadas, tiempo muerto,

ONCE botones bajo la mesa dejándose caer entre cosquillas.

Los zapatos contra la pared, quien tuviera DOCE dedos

para llegar en más rápidamente a TRECE pulgadas de tus mejillas

y esconderse entre tus banderas blancas, que es CATORCE y llega entre sueños

un pequeño angelito con QUINCE flechas apuntando desde arriba.

Se nos congeló el reloj, DIECISÉIS minutos más y no llegamos a tiempo,

que si no cierran la tienda no habrá DIECISIETE velas encendidas

que nos celebren las madrugadas, DIECIOCHO bajo el mismo techo,

entre el mar de tu cariño y los DIECINUEVE faros que se encienden cuando me miras.

No habrá con qué decorar la tarta, que mañana es VEINTE de febrero

y han pasado tres semanas con las noches de sus VEINTIÚN días,

con nuestras idas y venidas, con las VEINTIDÓS postales que te he mandado desde tan lejos

que aunque estaba solo a VEINTITRÉS calles, me parecía verte en cada esquina.

Les ponía un sello sin rostro, VEINTICUATRO céntimos de sello

y la dirección de mi trabajo por si a las menos VEINTICINCO las recogias

antes de que tocase al timbre VEINTISÉIS veces el cartero

y me sacaste de tus sueños, si a las ocho y VEINTISIETE seguías dormida.

"No he cogido las llaves. ¿Me abres?. Te traigo una postal con un paisaje nuevo,

está al sur de tu latido y al norte de lo que te imaginas,

tiene una playa entre bosques y un bosque entre secretos,

una cabaña junto al río y una chimenea que te espera encendida,

¿que dónde vamos?, es VEINTIOCHO, hoy es fiesta y nos vamos lejos,

tan lejos de todo que no nos quedará aire libre entre tu piel y la mía.​