Tumba abierta

Ya No hay remedio para el mal del pecho,
ni para el alma mía que se alza mustia.
A nadie importa un corazòn deshecho
que vive y muere de pesar y angustia.


De vanidad y de miserias vivo.
Sin suerte arrastro una existencia innoble,
en vano apelo a la ilusion que avivo
pero me engaña y me destroza el doble.


Estoy cansada como un río muerto
y se han hecho polvo las entrañas mías,
¡Mi vida nunca llegará a buen puerto
voy a morirme con las manos frías!



Este cansancio me calcina el hueso
pues aún me aferro a la esperanza muerta.
Más, nada espero ,ni siquiera el beso
del viento frío en mi tumba abierta.

Lina S

 

Buena rima.Un saludo.

 

Disfruto mucho de tu poesía.
Está llena de mucho sentimiento.
Ha sido un gusto pasar.
Mis saludos.