Tus ojos son mi cielo favorito

Hice lo que dije que nunca haría,
por ti, rompí mis propias reglas;
cambié mi sonrisa ligera
por tu firme melancolía.

Te llevaste el olor a primavera
y el néctar de tu ambrosía.

Me dejaste tus heridas,
escondidas en la nevera,
las mismas heridas
que, de tanto curarlas,
terminaron siendo mías.

Pero acá estoy,
justo donde me dejaste.

En esta casa llena de fantasmas,
donde se come sin hambre,
donde se vive sin ganas.

Acá estoy,
limpiándome la sangre,
inventándome cada mañana.

Practicando frente al espejo
mi triste sonrisa,
contemplando mis ojeras,
vestido de cenizas.

Yo que nunca supe
diferenciar entre Dios y tus besos,
hoy quemo todos tus altares.
Me llevo el amor que di en exceso,
y que para ti, nunca fue suficiente…

Estoy volviendo de la muerte,
después de extirpar
este tumor hecho de tus recuerdos.

Estoy borrando de mi cuaderno
los nombres de los invitados
de la boda que nunca tuvimos.

Qué poco duró lo que juramos eterno.
Te dije que tus ojos eran mi cielo favorito.
Ahora prefiero ser rey en el infierno
que un esclavo en tu maldito paraíso…

 

Lindo poema.
Uno elije leerlo por lo que le sugiere el título. Qué bueno comprobar que todo el poema le hace justicia.

 

Muchas gracias por sus lindas palabras ♥️
Saludos desde Nicaragua.

 

¡Nicaragua!
Pues yo, desde bastante al sur de Chile. Nueva Imperial en la Región de la Araucanía. Donde viven todos los chilenos que escriben bonito. (Salvo yo, claro está)