Un cuento de verano

EL VIAJE DE WENDY Y DAVID

. . . Y el hada Wendy metio en su bolsa el pan y la sal de la vida que abren los ojos del alma a lo autentico, a lo eterno, y para los dias de tristeza y desanimo metio en su corazon magicas campanillas para que le pusieran voz a su risa pues ella bien sabe que la risa de la madre es musica para sus hijos que aun recuerdan la voz de Dios. Asi pues, diligente, le dijo "si" a la tarea que la esperaba y partio, firme la voluntad, con la determinacion de quien no le teme a las piedras que en el camino siempre ha de hallar.

David vino, como hacen las almas grandes, sin equipaje alguno pues le bastan su gran corazon, donde caben todos los seres, y su arcoiris para tomar de la mano a todos los niños, tanto jóvenes como viejos, que en el mundo habitamos y que el tan bien sabe reconocer pues, como es bien sabido, los ninos y los Maestros son tan parecidos que es facil confundirlos ya que ambos viajan sin equipaje; los ninos porque aun no han tenido tiempo de adquirirlo; los Maestros sin embargo ya se deshicieron de el. Y a todos nos invita a pasear por su hermoso arcoiris. . . Nosotros nunca olvidaremos esta experiencia, os lo aseguro pues el nos cumple nuestro mas intimo y olvidado sentimiento: el gozo por el gozo puro e inocente de quien no persigue nada sino ser, simplemente ser. . . No es esto acaso tocar a Dios?.

. . . Y viajaron juntos hasta la Tierra para regalar un vestido de carne a los espiritus que tanto amaban y los llamaron "hijos".
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FIN​