Un guión con nuestras palabras

Tantas veces pensé en ser la tristeza perforante en la bala del suicida,
pudiendo ser alegría en las lágrimas del vagabundo, ante un segundo plato de comida.
Tantas veces quise ser la muerte, sin ver la suerte de ser vida.
Me debilité cuando intenté ser fuerte, y di muchas luchas por vencidas.

Me lastimó la lástima, estando a su merced.
Me dio miedo ser valiente, y sentí odio por el amor.
Seguí viendo el vaso medio vacío,
estando muerto de sed,
hasta que bebí la otra mitad y llenó algo en mi interior.

¿Cuántas veces me pinté un paraíso? Las mismas que tomé el pincel.
Cuántas veces golpeé la misma puerta, esperando que se abra.
En cuántas ocasiones actué ser otro, pero para nosotros el mejor papel,
es aquel que contiene un guion con nuestras palabras.

 

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