Urbanización de chalets absurda

Salgo a pasear con mi perro
pero cuando paso del jardín
y
llego la acera
no hay perro, tampoco urbanización,
bueno si que hay chalets
pero no estoy seguro que lo sean
se ven todas iguales, del mismo color,
verde pistacho,
no me gusta esto, me da mala espina,
mucho silencio, mucho de nada,
así que aprieto el botón que tengo
colgando por el cuello
y
llamo a mi simulacro, mi doble,
para que vaya por delante
y
eche un vistazo,
lo dejo que se marche,
hago yoga en el suelo,
Ferraris junto a Lamborghinis en cubitos de sopa
bolsos de Dior que son cuervos
relojes Rolex que son caracoles de oro
perfumes ácidos de Chanel para esqueletos
ropa de Balenciaga que se usa como trajes antiradioactivos
botellas de Don Perignion que se emplean a modo de consolador,
debe ser de noche, hay poemas saliendo por el ocaso
cuyas hojas cortan el cielo en finas lonchas de bacon,
cae un poco de nieve en polvo del Kilimanjaro,
mi doble no vuelve, me estoy cansando de esperar 1000 años,
no hay pastilla del día después
y no sé regresar.

 

Me gusta este desborde de imaginación.

 

Se intenta. Lo del simulacro es idea de Philip K. Dick y lo otro agorafobia. XD. Salutes.