Vendrá...

Vendrá...
La luna está brillando,
con su resplandor iluminando
acariciando las sombras,
cubriéndolas con su manto
transformándolas en día tardío
hipnotizándolas con su canto.

Vendrá...
Esta noche es tan perfecta
está rebosante de encanto
esta noche nos pertenece
él está aguardando
a que la luz artificial se extinga
y en silencio lo esté llamando.

Vendrá...
Yo sé que él vendrá
porque sé que me ama tanto
porque soy la única causa
de su ira, su risa y su llanto
porque en mí encontró la vida
que perdió desde hace tanto.

El vendrá junto a mí
porque lo está anhelando
como tantas otras noches
mi ser lo estará alimentando
de paz, amor y deseo
que de vida lo estará colmando.

Soy suya, le pertenezco
de mi cuerpo y alma se ha apoderado
no conozco su rostro ni su nombre
sólo en mis sueños lo he contemplado
más sé que en los recovecos de la noche
con cada luna me ha vigilado.

Si mi boca se atreviese a negar
el poder que me ha otorgado
las minúsculas huellas en mi cuerpo
y el amor que le he entregado
a mi ser, a mi alma y a mi amante
yo entonces habré traicionado.

 

Bienvenida Carmilla a esta parte del portal.

Un poema con una buena ración de ternura dentro de la noche que a pesar de su pesadez oscura, se ilumina con el amor.

Saludos,