Vida sin vivencia.

Nace de su alma el pretexto
de una vida,
turbia, insoluble
llena de inconsciencia,
un camino psicológico
aturdido.
Nacen palabras vagas
de unos labios humedecidos
que abandonan suspiros al alba
fruto de pensamientos
intáctiles,no suyos, no míos.
No controla su cuerpo,
ni su semblante
ni su voz, mirada o contoneo,
ni sus sueños frustrados
imágenes de la enfermedad
que vive en sí.
Intenta hacerse oír,
pero su voz, clavada está
en su cuerpo,
no fluye,
el desánimo la enjaula.
Un trágico momento,
se convierte en vida trágica,
pesan en él los recuerdos
de lo que no retornará
ni aunque existiera la magia.