Volver a sentir

Esta mañana me he levantado, creo que con el pie izquierdo, aunque sinceramente no me acuerdo, digo con el pie izquierdo porque el resto del día lo justifica.


Supongo que a vosotros también os pasará, esa sensación de no haber despertado y estar todavía en un sueño del cual no quieres despertarte nunca, ya sea porque estas en un mundo maravilloso en el cual las escopetas disparan flores, el arco iris esta permanente, yaces desnudo en medio del campo respirando aire puro, acompañado de unas divas que acarician tu pecho sutilmente... (anticipo que este no es mi caso) o estas sencillamente derrotado en el frío suelo de tu casa sintiendo como un gran dolor obstruye tu organismo y no te deja moverte (en algo parecido me encontraba yo, y no hubiera querido despertarme nunca).


Pero, por enésima vez, sin exagerar, el aturdidor despertador ha vuelto a sonar y sin quererlo me he encontrado de pie con los ojos prácticamente cerrados y a tientas he llegado hasta el lavabo. Han habido unos segundos de desorientación cuando los perezosos de mis músculos se han vuelto a dormir y ligeramente me inclinaba hacía detrás, suerte que mi "yo" estaba despierto y ha conseguido hacer reaccionar a los holgazanes, los cuales pagarían su narcosis milésimas de segundo más tarde cuando la torpeza del brusco movimiento de enderezamiento ha causado que mi dedo meñique del pie se retorciera de una manera impresionante al chocar en la esquina de la puerta del baño, ahora verdaderamente lo estaba pasando mal. Al fin he abierto los ojos, pero no por el golpe, sino porque mi madre ha aparecido en mi mente gritándome como lo hacía cuando iba descalzo por casa, a veces más vale una madre que cien despertadores aturdidores. Con un fuerte pitido en mi cabeza he hecho lo que uno hace cuando se levanta de la cama y lleva diez horas sin evacuar. Mientras esto tenía lugar mi cuerpo se relajaba otra vez y mis parpados empezaban a fallar. Después de lavarme las manos me iba un poco más despierto de vuelta a mi habitación vigilando las esquinas de las puertas. Saliendo del lavabo suena otra vez el despertador que, verdaderamente no despierta, y la vigilancia que había establecido se anula completamente propiciando así, como ya os estaréis imaginando, primero un golpe sobre el dedo en el cual el dolor del anterior trompazo ya se estaba aliviando, una fuerte angustia en muy poco tiempo a recorrido mi cuerpo, y ésta, ha aumentado cuando al agacharme a sofocarme el dolor con la mano, la rodilla de la otra pierna a chocado con la maceta de la dichosa planta de plástico que hay al salir del baño, totalmente desequilibrado, la cosa aun a empeorado cuando mi peso se ha venido hacia atrás y la parte posterior del pubis a golpeado el suelo, 60 kilos han caído sobre esta parte del cuerpo.



Allí estaba yo, sobre el suelo congelado retorciéndome mientras el despertador no paraba de emitir ese sonido desesperante cuando estas despierto pero invisible cuando estas plácidamente dormido.. RIIIIIING!!!!!!!




Uf! Que sueño, por un momento pensaba que no despertaría jamás, aunque, ojala hubiese sido real y eterno, ojala hubiese tenido ese fuerte dolor en el culo, en el pie y en la rodilla, ojala hubiese tenido ese dolor durante una semana, o un mes, o un año, o durante mucho tiempo más, ojala pudiera al menos sentir las piernas.