Xápwv Khárôn

Xápwv Khárôn

Más profundos que los abismos, negros espejos
de nuestra no- mitad, tenebrosos aullidos resonantes
encienden el cielo, precipitando el insulso final.

como estrambóticos alfileres huyendo del edén
siento la lluvia bajo mis parpados caer,
inabarcables nubarrones se hacen dueños de la infinidad,
y todo lo que escucho, y todo lo que veo, se cubre de oscuridad.

ya serena, mi mente, se ha olvidado de despertar,
que brutal tormenta se ha de precipitar??, aunque
afuera reina silencio y ni una sola gota desmayada sobre la acera
serás capaz de encontrar.

Sólo escucho!, sólo puedo!, sólo escucho el crepitar
de 4 maderas ya muy viejas, mi póstuma Libertad!!
la tormenta es profunda, aún mas profunda que el mar,
no se encuentra en las calles, ni en los bosques, ni en la ciudad,
será que todo ocurre sobre mis ojos?
blancos cuadros sin pintar, sin pupilas, sin sus iris.
Que hediondo perfume los sumerge más y más?

bajo estas latitudes, sólo escucho!, sólo puedo!, sólo escucho el magullar
de viejos muertos, zaparrastrosos, que me roen y me llevan hacia su altar.
mientras mi lengua, juguetona, se regocija sin cesar,
meciendo suavemente un óbolo de Plata, suave destello!, dulce final!!


-Xápwv Khárôn!!!, Intenso Brillo del nuevo alborear!


En esa epifanica, tenebrosa deliraridad, una sombra un tanto hética
se aproximaba en la oscuridad, caminaba con paso tortuoso,
como si le costara avanzar, pues claro!, bajo sus alpargatas malgastadas
iba pisando muertos y suciedad!!

Bajo una espesa neblina, súbitamente el Mendigo se dio a conocer,
su ropaje desgreñado daba la impresión, de estar confeccionado
con mil lenguas hijas lagrima del Sol.

De repente frente a frente como un rayo se me apareció,
y asomando una sonrisa seca de entre sus labios, con su mirada me obnubiló.
sus dos ojos ardían como zafiros, quemaban como el sol,
eran hogueras de dinastía que me atraían a su desesperación,
y me absorbías como adormideras, guiándome hacia tu morada,
triste Solimia abnegada!,
cortejo fúnebre de donde Ella nunca volverá....



- Xápwv Khárôn!!!, Intenso Brillo de una aurora de nunca despertar!


-A donde me encuentro, tal vez, ya lo sabrás...., pero con solo
anticiparte nada lograras, pues la Muerte no es mía, ni de Dios,
y este dolor que hiere tan profundo desaparecerá, cuando esta pluma esgrime
con mi ultimo aliento las finales palabras dÉl aDios(mi dios).


Así es como caigo por sus ojos, caigo.....
a un mundo sublevado por oscuridad y hiel,
donde Él es amo y señor, rey de los que esperan
a ser llevados, rey de una gran cruz, rey de todos
menos de sus pies.

me invita a seguir, mientras miro ese paisaje infinitamente gris,
donde esqueletos labran tierras por toda su eternidad
esforzándose arduamente, aunque nunca un solo brote verán,
pues esas tierras de polvo y beldad no son mas que sus sueños
destrozados y esperanzas de algún día volver a brillar.

cortejos fúnebres por todo el lugar, príncipes,
campesinos y bufones son tratados de igual a igual,
pues de este reino no se sale sin antes pagar
los pecados e ilusiones que día a día atormentan el pasar.

las meninas si que sufren, en estos pagos sin piedad,
no son mas que sombras errantes
que deambulan sin cesar, condenadas por la ribera de río Aqueronte
a que Él, y solo Él su martirio venga a acabar.


Sobre eso venia pensando mientras me acogía el lugar,
cuando la voz ronca del Mendigo desde un navío me hizo sobresaltar:
-“Canta! si así lo quieres, pájaro, ya eres mío,
de mis garras afiladas no te zafaras,
canta! pájaro, hexacordes melodías, mientras más te esfuerces
más tu garganta he de apretar.

Vives de impudicias o sollozos?, por fin de sus ojos te he de librar!,
ya han brillado por mucho tiempo, a sabiendas,
que su estío, sin calor, jamás a ti te ha de curar.”


Petrificado me sentía, ante ese Mendigo con tanta Verdad,
que de mi boca temblorosa solo nacían palabras trémulas
de impotencia y nada mas:
-“ Es que no puedo!, tengo miedo de avanzar,
a veces la vida es tan frenética, que todo lo quisiera ocultar.”


-Ven a mi navío! y ya deja de sollozar,
alguien te espera tras la bruma, y no es el triste final,
éste es tu destino!!, ésta es la realidad!, un duelo
sin cicatrices jamás ocurrirá!!Abre tus fatigados ojos!,
saluda al alba de un nuevo despertar....


-....ése es mi destino...., aunque jamás lo comprenderé,
ése es mi destino!, ésa es mi realidad!!, ingenuo de mi este largo tiempo fui
al no darme cuenta, que bajo la balsa del Caronte
el tierno amor que te profesaba ha de irse rumbo al horizonte.






























Son las tres de la mañana, y he terminado de escribir, por fin es destrozado el espejo desgarrado(de nuestra cicatriz)

 

El adiós y el olvido fornican noche con noche para ver si así, logran emitir el conjuro final.

Muy buen poema Solsticio. Saludos,

 

Bastante bueno. Muy trabajado, por lo menos en el contenido, muy envolvente.

Mis saludos!