Ya me habré ido

Cuando el sol salga una vez más ante nosotros

cuando la luna deje de brillar

cerraré los ojos, en la paz profunda

que nos da confiar en el Señor



Es corto el camino, largo el destino

del que no tiene a quién rezar

infundido en las creencias de su credo

que le dicen yo soy yo, y nadie más



Quisiera alzar mis brazos, gritarle al viento

pero ni tiempo para eso, tengo ya

y en las horas menguadas que me quedan

recuerdo el amor y a los demás



Yo de pequeño me enamoré de la luna

de su fiel reflejo y enorme resplandor

calladita, serena, tan arriba

luz de los enamorados, que siempre quise yo



Quién puede silenciar los vientos tristes

o no se conmueve al ver un niño llorar

y mienten los que nos dicen que la vida

es aquel rosal que florece y no se va



Ya amanece, el sol despunta

recojo mi libreta, mi pluma guardo yo

y en el paso supremo entre dos vidas

os digo adiós a los que fuisteis amigos



La vida es muy corta, el camino largo

pero corto muy corto para el que ha sido amado

que gozó de los besos de la mujer hermosa

en un camino de rosas que no se borró

 

Bello y emocionante querido amigo... una entrega que toca el alma...
Un gusto volver a leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Muy bello poema y muy bello su nombre, ha sido un placer leer sus versos,
abrazos fraternos en la distancia

 

Que emotiva esta despedida de la que nos haces partícipes mi querido
Alejandro, es verdad que la vida es muy corta, por eso merece la pena
vivirla a plenitud. Un gusto pasar por tus letras a disfrutarlas, gracias
por compartirlas. Besitos cariñosos que aprieten tus mejillas.